Las células madre pueden ayudar en el tratamiento de la psoriasis al modular el sistema inmunológico y reducir la inflamación crónica que causa la acelerada renovación de las células de la piel. En esta enfermedad autoinmune, el sistema inmunológico ataca por error células sanas, provocando enrojecimiento, descamación y dolor en la piel. Las células madre mesenquimales, en particular, tienen propiedades inmunorreguladoras que pueden calmar esta respuesta hiperactiva, ayudar a regenerar tejido cutáneo dañado y promover una piel más equilibrada. Aunque aún está en fase experimental, esta terapia muestra resultados alentadores como una alternativa natural y menos invasiva para tratar la psoriasis de forma más duradera.