Las células madre ofrecen un enfoque prometedor para el tratamiento de la retinopatía, ya que pueden ayudar a regenerar las células dañadas de la retina, mejorar la circulación sanguínea ocular y reducir la inflamación. En condiciones como la retinopatía diabética o la retinopatía pigmentaria, donde las células de la retina se deterioran progresivamente, las terapias con células madre buscan restaurar la función visual al reemplazar células perdidas, proteger las existentes y frenar el avance del daño. Aunque aún en etapa experimental, los ensayos clínicos han mostrado resultados alentadores en la recuperación parcial de la visión y en la estabilización de la enfermedad